A mediados del año pasado, antes de que se desarrollasen una serie de catastróficas desdichas, tuve la suerte de poder asistir a un concierto de esos grupos que pensé que nunca llegaría a poder ver en directo. El grupo en concreto era Extreme, una banda que se fundó a mediados de los 80 y que muchos recordarán por una de las canciones mas ñoñas que existen y que, casualmente, no es del estilo del resto. Imaginaos en los tiempos del emule la de contenido audiovisual inapropiado que descargué intentando hacerme con la discografía de ellos, entre otras cosas porque su segundo disco se llama Pornograffitti. Podría hablar mucho de ellos, pero solo diré que, según ellos mismos, cada vez que una discográfica les ofrecía un contrato ellos estaban oyendo algo de Queen.
Temazo ñoñil que todos recuerdan
El caso es que mientras disfrutábamos del concierto, justo delante mía tenía a una pareja que captó mi atención. Estaban, al igual que el resto pendientes del concierto, ella se ausentó unos minutos y al volver fue directa a el y le dijo algo así como: -No aguanto mas, no puedo mas y estoy harta-. Él se quedó con cara de intentar comprender la situación mientras ella le miraba con cara de enfado y le hablaba diciéndole todo lo que necesitaba. Recordad que estábamos en un concierto, por lo que ella hablaba gritando, no por odio o igual si, pero el volumen de la música no le dejaba hablar en otro tono y a eso hay que añadir el tema que sonaba de fondo mientras todo esto ocurría: Hole Hearted.
Parece ser que este tipo de situaciones es mas común de lo que parece (lo de tener bronca en un concierto, no lo de que cante el público, que también). Concretamente una de las personas que nos acompañaban en el concierto de Extreme me contó que unas semanas después, en otro concierto también hubo un acompañante que desapareció sin dejar rastro de forma repentina, usando el típico "voy a por tabaco".
Desde aquí hago un llamamiento a todas aquellas personas que van a dejar a alguien para que no lo hagan así. Es tan fácil como hacerlo antes o después del concierto. De hecho es toda una encrucijada porque si es antes puedes quitarle las ganas de concierto a la otra persona y si es después igual estás aprovechándote. En cualquier caso, y por el bien del resto de asistentes, habladlo fuera.
Esto es menos ñoñito
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Desahogate cuanto quieras ;)