martes, 25 de agosto de 2009

Suspensión

El número 14 fue el asignado como lugar para mi en el examen y mientras ya podía comprobar como la tensión me iba machacando. Despues de ver al primer alumno que se examinaba completar el circuito pensé que lo mejor era tener calma y hacerlo lo mejor posible, pero al ver al segundo examinado pisando las lineas paralelas del inicio del recorrido y darme cuenta de lo poco que cuesta catear este tipo de cosas comenzó a aumentar la presión de nuevo.

Antes de mi turno fuí testigo de que no se tiene por que fallar en cuestiones de habilidad, sino que puedes caer por un despiste, olvido o que se te vaya la cabeza y hagas el recorrido en el orden que te de la gana.



Llegó mi turno y todo a mi alrededor era puro nervio, hice el "aparcamiento" bien, me monté en la vespa del terror justo en la linea delimitada por los conos para el inicio y me dió la impresión de que estaban mas cerca que nunca de la motocicleta, así que me apresuré en iniciar la marcha y terminar cuanto antes, aunque me pareció ver por el retrovisor a uno de los examinadores haciendo señas, no se si serían por mí o por el que venía detrás mia. Mi comienzo fue como el culo, me desvié hacia la izquierda por los nervios y pensé que pisaría las paralelas, pero pude corregir la posición y pasar bien por ahí. Continué sorteando los palos y una vez que lo hice continué a la misma velocidad hasta la primera parada. No me hicieron ninguna señal ahí, así que continué hacia la segunda parte del recorrido pero justo antes de comenzar la examinadora que llevaba el tiempo me dijo con mala cara: -en esa parte de la parada hay que darse mas prisa ¿ehn?-
Fue la frase que peor me pudo sentar, por una parte no sabía si eso significaba que se había acabado todo, si había ocurrido algo antes, si la señora tenía el ciclo menstrual o si lo único que pretendía era tocarme la moral y ponerme mas nervioso de lo que estaba. El caso es que el examen continuaba y ahora venía la parte cronometrada, así que mi intención era darle caña a la vespa para esta segunda y última parte, así que metí primera, solté embrague y aceleré para meter segunda y ahí le dí un poco de caña.... demasiada, porque a la hora de sortear los conos casi me como el último cono a sortear, la verdad es que ahora lo pienso y pude haberme caido, pero no fue así, de modo que continué hacia la curva cerrada pero desde allí ya podía ver a la "simpática" haciendome señas.

Acerqué cabizbajo la moto al punto de partida y no quise preguntar siquiera nada pero me gané dos comentarios que me ayudaron a no comerme la cabeza: el primero de una chica que iba a iniciar el examen en siguiente lugar y que me dijo que era una pena que hubiera salido así y el segundo de un chico que iba a recoger la vespa para hacer el examen despues de la chica y que me preguntó si me habían cateado por tumbar demasiado la vespa.

Recogí mis cosas y de camino a por mi YBR me encontré con el profesor que me dijo que había rozado un cono (no se si al inicio o el que casi me como, supongo que sería este último), que casi me había caido y que no me preocupara, que los nervios juegan esas pasadas y que en cuanto vuelva (ahora mismo estoy en Huelva viendo a la familia) me presentaría cuanto antes.

Yo, recordando las horas de coche que me esperaban hasta la llegada, le dije a él y a mi mismo: -son dos oportunidades, así que no pasa nada, si no es la próxima, pues la siguiente o la que sea-

Mientras decía esto, la chica que me hizo el comentario había llegado a la curva cerrada y ya solo le faltaba hacer la parada de emergencia... que hizo bien hasta que se le bloqueó la rueda delantera, con el consiguiente desequilibrio y caida, una pena, la verdad, si hubiera sido un poco mas fuerte podría haber aguantado la moto de forma que no se cayera.

En fin, un mal dia para muchos que me ha recordado a cuando me presenté por primera vez al práctico del B y suspendí, es decir, que he recordado que los examinadores de tráfico son como un jefe de tu empresa, no te van a decir nada abradable hasta que apruebes.

Lo que mas rabia me da es lo que viene despues, cuando te preguntan por el examen y nadie quiere creerse que has suspendido... me he sentido como si hubiera decepcionado a mucha gente así... pero no pasa nada, ya aprobaré en otra ocasión!! (el B cayó a la segunda, a lo mejor es que soy de segundas evaluaciones)

sábado, 22 de agosto de 2009

1 Sono = 1 Euro

Sonorama 09, festival de música en Aranda de Duero.

Lo bueno de los festivales de este tipo es la buena relación que suele haber entre los asistentes y los descubrimientos musicales que, a veces sin querer, se llegan a hacer. En mi caso había varios niveles. Por una parte estaban los grupos que había oido bastante, por otra los que tenían una canción que había oido en la radio sin saber de quíen se trataba en realidad y por último tenía a grupos de los que no conocía lo mas mínimo y que descubrí en la propia actuación en directo.

Y es que eso es lo que en realidad se agradece en este tipo de acontecimientos, el disfrutar al máximo posible de lo que se ofrece y volver a casa con buen sabor de boca.



Si me preguntaran qué es lo que mas me gustó del festival me quedaría con casi todas las actuaciones, pero destacaría el momento en que la plaza entera se volcó con Los Coronas, aguantando el sofocante calor y dándolo todo tal y como invitaba el mismo grupo. Otro de los momentos para estar satisfecho fue la aparición de Mendetz acompañados en el escenario de dos plantas y un flotador... parecerá una tontería, pero esa curiosidad ya parecía presagiar que la actuación prometía el disfrute del personal, que terminó cantando junto al grupo la canción "Freed from Desire" de Gala. El último momento musical que quiero destacar aquí es la inolvidable actuación de We Are Standard, grupo que ya conocía y que tenía especial interés en ver en directo por la doble batería, el sampleado y el poco cariño que le tiene el público.



Se muy bien que merecen una mención muchos grupos de los que aparecen en cartel. En este caso no voy a nombrar a aquellos de los que no esperaba menos (el grupo revelación del año pasado) y a aquellos viejos y nuevos conocidos que consiguieron que me aburriera.

A quien si voy a nombrar es a Chimo Bayo, no por conseguir que me aburriera sino por invitarme (por no decir que me obligó) a volverme a la tienda de campaña a dormir porque eso era inaguantable.

La mención especial va para el grupo Manos de Topo con un estilo indudablemente original y mas seguidores de los me habría esperado encontrar nunca, es mas, cuando le comentabas a alguien que habías estado en el festival la pregunta siguiente era: -¿y viste a Manos de Topo?-



Dejando a un lado el argumento musical también se puede destacar la zona de acampada, que hubiera sido perfecta para un anuncio de Decathlon, todo lleno de las tiendas de campaña esas que se abren en 2 segundos.... lo malo es a la hora de cerrarlas y eso se pudo comprobar el domingo por la mañana, cuando llegaba la hora de la vuelta. Me quedo con una frase de una chica que acudió como buena samaritana al auxilio para cerrar una de esas tiendas malditas: -Yo ya he tenido este problema en una etapa de mi vida-

Y para terminar quiero recordar como perdí y recuperé un gorro de paja en dos ocasiones... y esque basta que tengas algo para que a alguien se le antoje.

Habrá que repetir,.... claro!

jueves, 9 de julio de 2009

Creencias

Siempre he pensado que el ser humano, por naturaleza, tiene que creer en algo.

Esa es la idea y la mantengo porque no tenemos que creer siquiera en algo real, nos basta con confiar en algo o alguien que nos prometa una solución o ventaja... aunque despues no vaya a dárnosla en realidad.

Hace unos dias el mundo fue testigo de la muerte de Michael Jackson, el rey del pop, un antes y un despues en el mundo de la música y del baile. Cuando conocí la noticia no era del todo consciente de lo que ocurría pero, al pasar unos dias me di cuenta de que yo mismo había tenido épocas de escuchar sus canciones diariamente y fue ayer mismo cuando volví a oir algunas y recordar lo que estas significaban. Bueno, el caso es que a partir de la muerte empiezan a salir a la luz ideas de todo tipo que van desde los actos en los que colaboró hasta la supuesta visión de su fantasma en su rancho de Neverland. Cada uno creerá lo que quiera, yo tengo la opinión de que este artista, pese a toda la parafernalia que simboliza, merece admiración por su colaboración benéfica, contribución musical y volcado a sus fans.

Aquí teneis el video de "JAM", en el que Michael Jackson enseña a bailar a su tocayo Jordan (lo siento por la publicidad)

Mi opinión sobre este y otros asuntos es mía. Me asombra encontrarme con situaciones en las que alguien me intenta convencer sobre ecuaciones matemáticas que generan el "sonido del amor" y que debo mostrar mi apoyo e invertir mi energía en ello para un fin que no se si es conocido por quien realmente me lo propone y me llama especialmente la atención que alguien que lucha por esto se siente cada día a ver un reality en la televisión.

Solo puedo decir que, si encuentras algo en lo que creer, por lo que luchar o que quieras dar a conocer, busques la manera de llevarlo a cabo sin convencer a nadie. El que quiera unirse, lo hará libremente. Bastante elección tenemos ya con el futbol y los partidos políticos. Existe diferencia entre dar a conocer y convencer.

Estaría muy bien que nos informáramos antes de explicar algo en lo que creemos. No sería la primera vez que alguien mete la pata diciendo que Maria Magdalena está enterrada debajo del museo del Louvre.

Analicemos lo que significa la frase "basado en un hecho real" y seamos conscientes de que puede contener mas ficción de la que nos gustaría.

miércoles, 10 de junio de 2009

Oportunidades

Hay ocasiones en las que se presentan oportunidades y por una u otra razón no puede hacer nada frente a ellas. En realidad siempre haces algo, como decía aquel filósofo: el hombre está condenado a elegir; y frente a estas opciones eliges el no hacer nada.

Desde hace un tiempo pasé a formar parte del grupo de los "anóminos", que no son esos que escriben libros sin llevarse la gloria o aportan su granito de arena en el software libre, sino los que carecen de nómina. En otras palabras, me quedé sin curro, sin nómina. Pero gracias a ser ahorrador he podido disfrutar de mis momentos de gloria (no como los anónimos) y he aprovechado para hacer visitas a mis amigos en una punta del país y familiares en la otra punta.

Hasta aquí todo bien, incluso tengo pequeños proyectos para ocupar mi tiempo libre, pero siempre hay mas tiempo libre del que uno se plantea. Incluso analizando el haber tenido todo el día ocupado en algo te das cuenta de que el acordarte de un momento o de una persona, algo tan sencillo como eso, ocupa mas tiempo del que crees y que podrías invertir en hacer alguna otra cosa proyectada.


"Una oportunidad aprovechada... espero que se repita"

Hoy he recordado a quien me acompañó en su día, fugázmente, quizás sin importancia, quizás eso es lo que yo quiera creer... me llamaría la atención encontrarme a alguien de frente y ver su reacción, porque el ser humano es tan extraño que puedes encontrar que hechas de menos algo insignificante o, mejor aún, que algo insignificante te hecha de menos mas de lo que esperabas.

Al igual que "mi sobrinita" o, lo que es lo mismo, la perrita de mi hermano me reconoció cuando me vió entrar por la puerta de su casa o se alegra cada mañana que estoy aquí y me da los buenos dias de esa forma tan especial.

Estaría fenomenal que cuando nos alegráramos de ver a alguien de verdad nos dejasemos de formalidades y nos expresáramos como realmente queremos. A lo mejor a partir de ahora me pregunto que piensa alguien que me ve despues de algún tiempo... y espero no llevarme ningún saludo cordial si es solo eso: un saludo cordial y sin expresión.

Me ha dáo por ahí... es lo que tiene el paro.

viernes, 8 de mayo de 2009

Panacéa

Por culpa de haberme pasado media vida jugando a la consola puedo saber cual es su función y por haber sido un poco mas curioso también he podido encontrar su significado real. Y es inevitable recordar al ex-alcalde de mi pueblo nombrando a este como "la panacea de Europa".

Lo mas curioso es que no hace falta buscarlo para encontrarlo. Solo hay que dedicar un momento a nuestra querida caja tonta para darnos cuenta de las palabras que la gente quiere escuchar. Todos quieren un colchón de latex, una pasta de dientes que tenga mucho fluor y blanqueante y, por supuesto, no puede faltar en ningún momento el Alohe-vera... si, porque el alohe-vera lo cura todo.

Ya en su dia me parecía absurdo ver a dos chicas escotadas que acariciaban los artículos en venta mientras otra se dedicaba a describirlos. No hay duda de que una almohada ergonómica será suave, que un colchón será blandito o duro según se mire... pero el hecho de acariciar un somier... y todo por no recordar algún que otro anuncio del tipo "tus hijos te lo agradecerán" en el que dos niños (mas bien eran zombies) decían al unísono: -Gracias, mamá. Gracias-

Estoy viendo demasiada televisión y me doy cuenta de que la verdadera maldad no está en las emisiones (siempre y cuando sepas diferenciar entre realidad y ficción) sino en la propia publicidad.

Y es hoy cuando nuestro gobierno aprueba eliminar la publicidad durante las emisiones de rtve, lo que supone un gran avance, si no tenemos en cuenta que la sgae se lucrará de ello.

Voy a salir de casa a comprar algún producto que mi subconsciente haya almacenado... para que me de el aire al menos.

viernes, 3 de abril de 2009

Hacer la maleta

Me voy de vacaciones mañana y me encerré en mi cuarto hace un par de horas para recoger lo necesario. Al abrir el armario me he encontrado con todo... con todo lo que no ordeno nunca y muchas cosas pendientes (como puede ser la ropa por doblar). Así que me he decidido por arreglar un poco todo y han pasado por mis manos cosas que llevan ahí desde el día que las puse, algo que no es extraño si no fuera porque algunas de ellas se pusieron cuando llegué a este mismo cuarto hace ya un año y un mes.

He encontrado papeles del paro, mapas, tickets de compra, entradas para el cine, recortes de periódicos con ofertas de trabajo, hojas de libreta arrancadas, tarjetas de visita, números de teléfono, planos de alguna ciudad, la contraseña wep del router, ¿la tarjeta del club hipercor?, un par de servilletas blancas, una servilleta con dibujos, una servilleta con algo indescifrable escrito, una con un correo electrónico, otra con un nombre y un teléfono... la mayoría de las cosas recuerdo por qué están ahí, de quién son y de qué momento son pero a esto hay que unirles algunas notas que me apenan un poco al leerlas.



Una amiga me dijo una vez que, a veces, es imposible no hacer daño a nadie. Pensé que eso no podía ser así, pero a día de hoy le doy toda la razón.

"Quien bien te quiere te hará llorar"

Lo siento, pero es así.

sábado, 28 de febrero de 2009

Infancia Subliminal



De pequeño todos hemos tenido alguna serie de televisión a la que hemos sido adictos. Algunos incluso somos adictos a algunas series hoy en día, pero lo que hoy quiero nombrar son esas series que nos acompañaron desde la infancia y que hemos recordado por alguna razón en alguna reunión de amigos dándonos cuenta de lo incoherentes que eran intencionada o inintencionadamente.

En mi caso, la serie que marcó mis primeros desayunos (y meriendas) fue "Chicho Terremoto". ¿Quíen no recuerda a Chicho despues de haber anotado alguna canasta poniendo su pose triunfal y diciendo: -¡Tres puntos, colega!-?



Pensándolo bien siempre decía eso de los tres puntos pero era bastante extraño que marcara un triple en algún episodio. Aunque la frase que todo el mundo recuerda es esa, a mi personalmente me gustaba una frase que estaba dentro de la mente de Chicho y que se dió a conocer gracias a un equipo contrincante que leía la mente de los jugadores. El equipo se adelantaba a las jugadas del otro equipo y así conseguían ganar... Y todo les iba bien, hasta que entraron en la mente de alguien que solo pensaba en bragas blancas y en una frase (mi frase favorita de la serie): -Soy Chicho Terremoto, el que mete las canastas poco a poco-.

Otra de las características que hacían destacar al personaje era su habilidad para todos los deportes. Si a Chicho se le daba mal algún deporte, terminaba ingeniándoselas para dominarlo y convertirse en un campeón en la especialidad que fuera. Es más, incluso llegó a tener sus dificultades (mas que nada por su estatura) con el baloncesto al principio de la serie, pero gracias a esto se inventó sus propios tiros, técnicas y jugadas para cada ocasión.

Y no puedo dejarme atrás lo que mas llamaba la atención en Chicho y que siempre tenía lugar en la serie: la obsesión por las bragas blancas. Chicho se llenaba de energía y se convertía en una persona imparable cuando veía las bragas de las chicas, en especial cuando eran blancas y mas en especial aún cuando se trataba de las bragas de Rosita (casualmente era el nombre de mi primera novieta cuando tenía 15 años).

El eterno enemigo de Chicho era un perro que estaba completamente enamorado de Rosita y que llevaba calzoncillos. Aunque no lo creais se le puede encontrar una logica a todo lo que aparece en la serie y darle un sentido mas profundo a cada personaje y situación... pero prefiero pensar lo mismo que pensaba de pequeño y recordarlo como entonces. Teniendo en cuenta el tiempo que ha pasado desde entonces hay miles de detalles que me asombran, como la traducción al castellano de los dialogos... creo que es la única serie que nombraba la peseta como moneda cuando hablaban de algún premio, de hecho al final de la serie había un premio de un millón de pesetas (amenizado con una lluvia de bragas, claro está).



Por cierto, siempre me encantó cuando Chicho se ponía serio y su cara salía dibujada sin coñas, en plan "momento desenlace" para terminar casi siempre diciendo: -Enséñame las bragas!!-

jueves, 12 de febrero de 2009

Desencuentros

Hace tiempo que me planteo que habrá sido de la vida de algunas personas que, en su día, estuvieron cerca y ahora se encuentran lejos (o quizás sea yo el que se alejó).

Algunos de mis compañeros de clase en el colegio, instituto, vecinos del barrio en el que vivía o de los barrios donde vivían mis abuelos y en los que se compartieron tantos juegos.



Esta mañana encontré en una de esas comunidades online que tanta gente odia (Facebook) a alguien que consideraba especial en el sentido de que no sabía que había sido de su vida. Al ver su nombre y su foto no pude evitar sonreir y alegrarme de ver esa cara de nuevo. Me moría de ganas por saber más sobre su vida desde los casi 8 años que habían pasado desde que hablamos o nos mandamos un mensaje por última vez.

Aún estando seguro de que se trataba de la persona en cuestión decidí mandar un mensaje comentando que su nombre y su foto coincidían con alguien que conocí en el pasado (mas adelante me dí cuenta de que su fecha de nacimiento coincidía también). En el mensaje quise especificar al máximo el momento en que manteniamos el contacto (que solo fue por mensajes a móvil, llamadas, cartas y nunca con interés sentimental... mas bien éramos adolescentes confidentes en algunos asuntos). Hablaba de lo que recordaba de su forma de vida por aquel entonces y de poco mas, mas que nada por si me confundía de persona... aunque vuelvo a repetir que estaba segurísimo de con quien me había vuelto a encontrar. Envié el mensaje y deseé con todas mis fuerzas que la respuesta tuviera lugar.

Durante la espera mi cabeza se llenaba de preguntas del tipo que se le hacen a alguien cuando pasa mucho tiempo sin saber de su vida. Estaba nervioso, eufórico e incluso histérico. Cuando ví que tenía un mensaje de respuesta mi boca se llenó con una sonrisa y mis ojos no podían parpadear por el deseo de saber mas.

Abrí el mensaje y solo había una linea que decía:



Despues de eso no pude evitar volver a contestar nombrando las casualidades que rodeaban su nombre e intentando expresar que lo que me hubiera gustado saber es que se encontraba bien. En este punto me gustaría convencerme a mi mismo de que no es quien yo creia o que no es la misma persona que conocí en su momento. Supongo que es ley de vida llevarte algún desencuentro.

lunes, 12 de enero de 2009

Reto de Vuelta

Comienza un nuevo año y mi mente solo se puede concentrar en que no llueva o nieve en la zona a atravesar. El dia 2 me levanto a las 10 de la mañana con pocas esperanzas de poder llevar a cabo mi proyecto, me asomo a la ventana y veo un cielo nublado, pero menos que los dias anteriores en los que amanecía lloviendo. Sin entretenerme demasiado me visto, desayuno y hecho un vistazo a mi fiel compañera abandonada en el sur... todo está bien, sus últimos añadidos hacen que parezca mayor que la última vez que estuvimos compartiendo un tiempo (habían pasado 6 meses desde mi última visita... y casi 10 desde que me marché sin saber cuando volvería a montarla).

La llevé a la gasolinera que tengo al lado de casa, llené el depósito y volví a casa... cogí las alforjas y el sobredepósito que la noche anterior había llenado de mi ropa y mis pertenencias "esenciales" y me despedí de mi madre que, con cara apenada, me decía: -si en algún momento ves que no puedes seguir, que la carretera está mala o que es demasiado para ti nos llamas y te vamos a buscar en un momento, dejas la moto donde sea y ya veremos la forma de traerla- yo le contesto: -Tranquila mamá, si veo que no soy capaz de seguir os llamo y me doy la vuelta a casa-

Una vez colocado todo me coloco la ropa para el viaje, me miro al espejo y pienso en la locura que se me ocurrió hace unos meses y que estaba a punto de iniciar... pero mi mente sigue recordando la cara de mi madre al despedirse... hago de tripas corazón delante del espejo y veo el cierto parecido que tengo con Robocop... mas bien soy Robocotrón.

Miro mi YBR y parece una de sus hermanas mayores con tanta carga encima... y, aunque tenía previsto salir cuanto antes para evitar la noche, me doy cuenta de la hora que es, las 12:30 del mediodía... esa es la hora del comienzo de trayecto.

Una vez que me monté en la moto tenía medio clara la ruta a seguir: serían dos dias, evitando la conducción nocturna y descansando cada hora y media o 2 horas donde pudiera para llamar a la familia y comunicar como iba el trayecto. Al ponerme en marcha pensé que si no lo hacía en 2 dias, lo haría en 3 y no habría problema alguno tampoco, así que mi trayecto fue mucho mas tranquilo.

Me puse en marcha en dirección Villablanca y a partir de allí comencé el ascenso en dirección Extremadura, atravesando los pueblos necesarios y evitando las autovias.

Primer dia de trayecto.

En principio fui fiel a la ruta planteada pero, conforme iba subiendo, realicé variaciones "instintivas" sobre la marcha que me hicieron zigzaguear en lugar de seguir en linea recta.

El camino hasta pasar Cabezas Rubias fue bastante normal y cómodo, pero a la hora de desviarme en dirección Almonaster la cosa se puso un poco mas complicada, los caminos de la sierra de Huelva en esta zona eran un tanto estrechos y, si la carretera en algunas zonas anteriores había tenido baches y poca estabilidad, aquí la carretera se llenaba de curvas y de momentos en los que frenar para dejar pasar a otro vehículo que va en dirección contraria. Eso si, los paisajes que acompañaban eran uno de los principales incentivos a seguir adelante.

La primera parada la realicé en Almonaster de la Real, donde revisé los apuntes que llevaba encima como rutas a seguir (algo así como una especie de GPS de papel que me servía de guia), descansé de las 2 horas que llevaba de trayecto y aproveché para informar a la familia y demás de la situación. La parada sería de poco mas de 15 minutos y fue cuando me planteé buscar algún lugar en el que comer algo en ese mismo pueblo pero lo descarté por falta de hambre.

Continué mi camino con un destino fijado: Zafra.

Al salir de Almonaster me tocó atravesar otro trayecto de carretera estrecha, con poca visibilidad y llena de curvas (muy común en las travesías de la sierra de Huelva) pero con el interesante paisaje de nuevo.

En el momento en que me uní a una carretera nacional, con mejores condiciones y mas usuarios en la vía noté como unas gotas comenzaban a caer. Comenzó a caer un leve chispéo que cesó rápidamente. En ese momento ya tenía en mi cuerpo un poco de rabia porque era casi evidente que en algún momento me iba a llover.

Mi enfado se esfumó en el momento en que un cartel anunciaba mi entrada en la Comunidad Autónoma de Extremadura. No pude evitar sonreir y pensar que era un buen momento para comer algo. Paré a repostar antes de llegar a Fregenal de la Sierra (no estoy seguro de si me encontraba en Higuera La Real), fueron 6€ de gasolina y comer algo en un restaurante situado junto a la gasolinera. También fue el momento de prevenir y poner la funda impermeable a las alforjas por lo que pudiera pasar. Llamada de rigor a la familia y continuación del camino.

El siguiente destino en el que pensé fue Badajoz, mas que nada porque me había planteado pasar la noche allí en función de como fuera mi llegada, el tiempo que acompañara en ese instante etc (podeis observar el giro absurdo que hago yendo a Badajoz para despues terminar en Plasencia).

Hasta Badajoz no realicé ninguna parada mas, la carretera estaba en buen estado aunque era un poco monotona, eso si, alguna leve llovizna me persiguió durante parte del trayecto.

Cuando llegué a Badajoz lo primero que hice, parar en una gasolinera, no para echar gasofa, sino para comunicarlo a la familia (por supuesto) y ponerme en contacto con una amiga de Burgos que se ofreció a buscarme alojamiento mientras yo iba en marcha.

Andaba por Badajoz y estaba bastante contento porque ya tenía en mente el final de la primera parte del trayecto. Mi contacto en burgos se puso a buscarme un lugar en el que pasar la noche (no se por qué razón, la noche anterior había sido yo mismo el que curioseó por la red un posible alojamiento en Badajoz, Caceres y Plasencia y me quedé con algunos nombres que me parecieron una buena oferta). En esta parada estuve fuera de la moto casi media hora que, aunque me supo a gloria, llegó a tal duración por el par de llamadas telefonicas que hice.

Volví a ponerme en marcha sabiendo que ya era inevitable que se me hiciera de noche, pero la cuestión principal era ¿dónde?

Ahora, en Badajoz, llovía levemente, estaba oscureciendo muy rápidamente y mi trayecto me haría atravesar la ciudad. El trafico estaba colapsado por diversas razones y yo, esperaba paciente... hasta que recordé que nuestra YBR es una compañera ideal de ciudad y me puse a ganar yardas entre los coches, cambiando de carril y aprovechando la fluidez que te da una compañera como esta. En quince minutos había atravesado Badajoz y me encontraba en dirección Cáceres, con la misma leve llovizna que me dio la bienvenida a la ciudad anterior.

Conforme avanzaba se hacía mas oscuro, pero lo peor vino cuando atravesé el único pueblo que fue necesario (tan solo fueron dos curvas) y observé como a la oscuridad de la noche se le unía una densa niebla que, aparte de no dejarme ver mas allá de mis narices, hacía preguntarme si los demás conductores apreciarían mi presencia o me llevarían por delante sin querer.

Cuando pude llegar a una zona mejor iluminada me percaté de una señal que anunciaba mi llegada a Cáceres, seguí un poco adelante hacia la ciudad y aproveché una entrada a la autovía en dirección Plasencia. Aquello ya era mi pequeño infierno personal, formado por lluvia, niebla y coches que dejaban la potencia de mi compañera y la visibilidad de mis propios ojos a la altura de un comino. Me armé de paciencia y tranquilidad pese a las circunstancias y me concentré en lo que me quedaba de trayecto y en lo que iba a agradecer al día siguiente ese último empujón que, aunque podría hacerse el dia siguiente sin problemas, estaba completando en ese mismo momento.

Mi YBR tenía sed y yo tenía hambre, así que, a falta de unos 30 km para la llegada a Plasencia, decidí desviarme a un area de servicio en el que cenar algo repostar y, por supuesto, descansar. Fueron otros 6 € de gasofa, cena, meada de rigor y vistazo al móvil en el que se podía ver la drección del hostal donde pasaría la noche y donde me advertían que podría dejar la moto a salvo en una zona trasera al lugar. Monté de nuevo y volví a unirme a la autovía casi obligado por los deseos de llegar.

El hostal se situaba a la entrada de Plasencia, llegué y mi contacto ya se había encargado de anunciar mi llegada. Rellené los papeles pertinentes para tomar mi merecido descanso y comenté mi situación, me indicaron por donde debía dejar mi montura y cuando fui al lugar indicado se trababa de un almacén de la cocina del Hostal en el que había una hermana mayor de la YBR (no me pregunteis nada concreto, estaba concetrado en desmontar las alforjas y subir al cuarto).

Una vez en el cuarto, llamadas de rigor a familia y amigos, despedida de aquellos de los que no pude despedirme en persona esa mañana ni la noche anterior y dejar todo en el suelo... creo que la mayor satisfacción fue encontrarme una bañera en el cuarto, para mi solo... el resto fue solo ver la previsión del tiempo y descansar hasta la mañana siguiente.

Segunda parte del trayecto

Son las 9:30 de la mañana y algo hace que despierte, supongo que son las ganas de continuar el viaje. Al asegurarme de que no me olvido nada en el hostal me doy cuenta de que he recuperado mis fuerzas completamente y me alegro al recordar ese último esfuerzo el día anterior que me quitaría unos cuantos kilómetros para el día de hoy.
Una vez que compruebo todo, marcho a recepción y a recoger a mi compañera, que también ha pasado una buena noche en el almacén donde me dejaron estacionarla.

Vuelvo a cargarla con todos los trastos, recibo un par de llamadas telefónicas preguntando si va todo bien, como he pasado la noche, etc... cuando estoy listo para zarpar miro el reloj... las 11:30 (otra vez se me ha ido la hora de salida).

El cielo parece despejado y no llueve, así que pongo dirección Salamanca y, aunque en el mapa que puse se ve todo por autovías, me recorrí casi todo el camino hasta Salamanca por carreteras nacionales, muy en la onda de las carreteras de la sierra de Huelva, con la excepción de ser bastante mas anchas. Algo que me llamó bastante la atención es que la nacional que sigue la ruta de la plata es como una carretera paralela a la autovía. Desde Plasencia a Salamanca solo realicé un par de paradas cuando sentí unos golpecitos que anunciaban un leve chispeo y me animaron a relajarme y tomarme el desayuno al poco de dejar Plasencia y a unos 20 Km de Salamanca, para descansar un poco despues de casi 2 horas de trayecto y calentar mis manos con el agua caliente del baño de una gasolinera y esque ya se empezaban a notar las temperaturas del norte, sobre todo cuando el día anterior había salido desde Huelva a 15ºC y en Plasencia estaría a 12ºC esa misma mañana.

La carretera hasta esta segunda parada varió desde una nacional que atravesaba pueblos de sierra extremeña, hasta la nacional que llegaba a convertirse en una paralela a la autovía. Cerca de Salamanca no me quedó mas remedio que seguir por la autovía porque tanto la nacional como la autovía tenía tramos en obras y el trayecto a seguir era por una autovía con carriles habilitados en ambos sentidos. poco despues de pasar la salida que me dirigía hacia la propia ciudad de Salamanca llegó el momento de parar a descansar y repostar, así que tomé la salida mas próxima (dirección Zamora) para repostar. Fueron otros 6 € de gasofa y una buena charla con el señor de la gasolinera, que me dedicó unas palabras de ánimo.

Retomando la ruta ya solo me quedaba pasar por Valladolid y llegar a Burgos. El poco camino que me quedaba (poco comparado con lo que ya había hecho) lo hice siguiendo la nacional hasta Valladolid, que seguía siendo una paralela a la autovía que se iba cruzando por encima o por debajo a uno y otro lado de esta. Daba la sensación de tratarse de una persecución entre la carretera y yo. A 50 km de llegar a Valladolid empezó a llover, pero esta vez no era un chispéo, sino una lluvia de verdad, así que decidí parar en un restaurante cercano. Fue la parada de mas duración que realizaba en los dos dias de trayecto, casi una hora y media en la que aproveché para comer, descansar, meada de rigor, entrar un poco en calor, comprobar la ruta, ver el tiempo que me esperaba mas adelante y contar esta misma historia a alguno de los que almorzaba cerca mío.

El frío se hacía notar y mas teniendo en cuenta que llovía mas que ayer, y que me acercaba mas al norte, la ropa estaba seca y mis zapatos y guantes, aunque por fuera pareciesen mojados, por dentro no lo estaban, pero eso no quitaba que mis dedos estuvieran helados, la parada hizo que se repusieran y que volviera a montar con mas ganas de llegar. Al salir del restaurante me guitaron: -Ya te queda poco, 150 Km y habrás llegado- Eso me hizo pensar que en 2 horas habría concluido todo.

Monté de nuevo y seguí la carretera hasta llegar a Valladolid sin ninguna novedad, salvo leer en unos guardarrailes una pintada que decía: ESTO MATA.

En cuanto llegué a Valladolid pude darme cuenta de como una pareja de Guardias Civiles estaban pidiendo los papeles a unos chicos con moto de cross a la entrada de la ciudad. En ese momento me pregunté si llevaba todo a mano y, como llevaba una hora montando desde mi última parada, decidí parar, revisar todo, llamar por telefono para informar de la situación y fue ahí cuando me dí cuenta de que ese mismo dia me caducaba el seguro.

eran casi las 18:00 y ya se notaba como la oscuridad se acercaba, atravesé Valladolid y decidí que la última parte de trayecto la haría por autovía, mas que nada porque ya me había retrasado mas de lo que esperaba por culpa de la lluvia, que no volvió a molestarme. Todo el camino desde ahí hasta Burgos fue bastante monotono, pero en los últimos 40 Km tenía un nuevo desagradable acompañante: el viento, que hacia que mis dedos notaran mas aún el frio y que llegaban a tambalear mi motocicleta (y a mi mismo) en cuanto pasaba zonas en las que no había setos en la mediana o cuando era adelantado por algún vehículo. Por cierto, mas de un hijo de su madre me hizo un adelantamiento bastante pegado, lo cual me hizo blasfemiar contra su respectiva madre en mas de una ocasión.

A falta de 20 Km, teniendo que accionar el embrague con toda la mano por causa del frio y yendo a menos de 80 km/h por culpa del viento que me llegaba a desestaabilizar en el momento que superara esta velocidad, se me planteó el dilema de seguir sufriendo hasta el fina o hacer una parada. Ganó por mayoría la parada, entre otras cosas porque el depósito se encontraba por la mitad y en todo el viaje había procurado que no pasara de ahí. Reposté en la primera salida que ví, tuve una charla con la dependienta de la gasolinera, que era bastante amable y que me convenció para sacarme la tarjeta Cepsa, no se si es que le gusté o es que tenía pocas visitas pero me hizo sonreir bastante. Rellené el folleto como pude, porque el frio se hacía notar aun, estuve hablando unos 10 minutos, mientras reposté por última vez ¿Cuanto? 6,50 € ¡vaya novedad!

El último tramo seguía en la onda de antes de haber parado, con viento y algunos que no mantenian la distancia de seguridad contigo, pero algo cambiaba, al fondo se podía ver la luz de la ciudad de destino. Al entrar en la ciudad y, por lo tanto, disminuir la velocidad me levanté la pantalla del casco y noté como el frío característico me daba en la cara. Ese refresco era mi recompensa por llegar y al conducir por la ciudad una sonrisa permanecía debajo del casco. Me dirigí hasta casa, desmonté la carga, llamé a todos los que se habían preocupado por mi viaje y dejé la moto en la plaza que me habían ofrecido unos amigos para resgurdarla de los peligros de la calle.

Al final, haciendo recuento del viaje pude contabilizar 890 km, 30 € de gasofa, 15 horas de trayecto entre las que se incluyen 3 y media de descanso aproximado, una pernocta, 2 almuerzos, 1 cena y 1 desayuno en sitios de carretera, lluvia, viento y, en la parte final, frío, muchas curvas y muchísima satisfación por haber completado el reto.