¿Favores?

"Berto, te queremos pedir un favor..."

Incluso antes de oir en qué consistía dicho favor ya estaba aceptándolo. No podía evitar pensar en un comentario que me hizo mi jefe sobre la aceptación de los cambios de turnos y horarios por mi parte sin ningún tipo de problema.

Al principio me estuve planteando cómo llevarlo lo mejor posible pero solo me ha servido para darme cuenta de quien pide penitencias a cambio de la seguridad de uno mismo a la hora de hacer uso de sus propios derechos.

Me siento engañado, me siento indignado, no entiendo cómo es posible que tenga tanto poder y valor un simple nombre. Lo que cada vez me parece mas probable es que abandonaré y no me arrepentiré por ello.

Edades y Olores (asquerosos)

Llevaba planteándomelo desde hacía ya unas semanas y al final me decidí a repetir experiencia en Sonorama.

Parece una fácil decisión pero no lo ha sido para mí.

Por la parte positiva tenía el disfrutar de experiencias musicales en directo y el descubrimiento de bandas nuevas o que desconocía a pesar de que tuvieran historia.

Por la parte negativa se unían mi forma física a la hora de salir de fiesta (que está por los suelos) y el hecho de que ir a un festival con casi 30 años no es lo mismo que ir con 20 (por intereses generales, basicamente).

A esto había que unirle la actuación de unos amigos bajo un nuevo proyecto innovador que es lo que finalmente hizo que me decidiera completamente a asistir al evento.

El hecho de asistir me ha hecho disfrutar, redescubrir y comprobar la forma de viejos conocidos pero también ha hecho que me pregunte por el atractivo de otros que me parecían monotonos y aburridos. Es una cuestión de gustos pero dependiendo de la hora de la que hablemos podemos llegar a bostezar de aburrimiento.

Aún así no he podido aguantar hasta el último día de festival, la falta de descanso, de higiene y de ganas me animaron a volverme. Imaginaros un olor a retrete portatil usado por una media de 3.000 personas mezclado con el aroma de algún tipo de ácido disuelvemierda.... es indescriptible, pero yo lo llamo "mierda dulce" (sin indagar en sabores). A eso hay que unirle el olor de casi 10.000 personas por concierto sudando y dándolo todo (entre los que se incluye uno mismo, por supuesto).

El efecto de toda la gente botando frente a los artistas en un suelo de tierra crea una polvareda que se puede comparar a una máquina de hacer niebla artificial con la diferencia de que esa neblina acaba siendo aspirada por los espectadores o adosada al cuerpo sudoroso de los mismos. Algo así como un moreno provisional sin ir a la playa.

En conclusión, tengo que recuperar la forma para poder disfrutar en condiciones de este tipo de festivales pero he disfrutado cuanto he podido y apoyado a quien pretendía (que era el principal fin).

Para aquellos que se plantearan ir podría decir muchas cosas tanto buenas como malas. En cualquier caso es algo que hay que experimentar.

Science's Mother

Si yo la tengo, mi familia la tiene e incluso mi jefe la tiene ¿qué es lo que le pasa a todo el mundo para no tenerla?

En poco mas de un mes tendré la recompensa a tenerla.

Siendo sincero, ahora mismo estoy como esa batería que no llega a cargar del todo, ese móvil que enchufamos solo un ratito y que pide a pitidos que dejemos el tiempo necesario para reponer la energía que necesita. Pero no hay mas, solo esperar a tener el tiempo necesario para recargar del todo.

Hay quien dice que me tomo demasiado tiempo en aclarar las cosas y que debería complicarme menos. Tienen toda la razón, no me sirve de nada especificar de forma clara y concisa las cosas.

Hace ya mucho tiempo que está de moda lanzar la piedra y esconder la mano.

¿Leeis los manuales de instrucciones?

Cuestión de clases

Trabajar de cara al público hace que te encuentres de todo. Y lo mejor aún es comprobar lo que pasa por la mente de cada cliente a la hora de adquirir un producto (o al menos intentarlo).

Como vendedor/asesor/orientador debo ser paciente, conciso, "sincero" y resolver todos los problemas con una sonrisa. No es que sea difícil, con la práctica se convierte en una rutina que, en función a la temporada, aplicas casi automáticamente.

Los principales valores a tener en cuenta son las propias características individuales del producto a adquirir, la marca del fabricante del mismo y posteriormente el dinero a invertir. Es totalmente comprensible que hoy en día ajustemos el presupuesto al máximo (o mas bien al mínimo, según se mire).

El hecho de trabajar en un determinado comercio puede dar ideas equivocadas a aquellos que te ven desempeñando la jornada. Mi salario es bastante menor de lo que piensan todos los que compran allí y cuando alguien compra en un comercio que es mas caro teniendo un mismo producto es por la posesión de un nivel adquisitivo determinado o por un malentendimiento de lo que es una garantía establecida a nivel europeo.

Salvo 2 excepciones contadas, no suelo comprar nada en el comercio donde trabajo actualmente por razones evidentes que se podrían resumir en el precio directamente.

Teniendo en cuenta todo esto, cuando alguien me dice que lo que vendo es caro y compara su salario con el mío sin saberlo ¿qué se supone que debo contestar?

Hoy en día no existen las clases... y tener un descuento no se basa en ser buen cliente, sino en el nivel de barbaridades que puedas vomitar en el "servicio de atención al cliente".

La teoría de trabajar en estos sitios es aprender a tratar a los trabajadores con el mínimo respeto con el que te gustaría que te tratasen a tí. En la práctica haces todo lo contrario, en vista a los resultados terminas convirtiendote en una persona mucho mas exigente (por no decir imbécil).