sábado, 17 de mayo de 2025

Audiovisuales en pimentón

Todos tenemos recuerdos en experiencias laborales pasadas que son dignas de mención, al igual que en su día escribí aquí mismo sobre el "cliente bucle" y al igual que hoy mismo he tenido el placer de atender a alguien que se ha presentado con la frase: -Soy Carlos y soy cliente aquí-; mientras estrechaba mi mano y yo con la otra sacaba confeti y un matasuegras del bolsillo para celebrarlo. Todos sabemos que esa presentación no pronosticaba nada bueno.


Porque así somos, presumidos de marca cuando podemos y pobrecitos de pasta cuando no. Dejaremos este caso sin solución para otro momento pero que nos deja un buen comienzo. 

Una amiga (que considero mi mejor amiga aunque yo no soy su mejor amigo) recepcionista de un hotel me contaba que era muy recurrente que la gente se presentase diciendo de donde venían. Un detalle muy valioso para  quien lo quiera pero que, realmente, no aportaba información que necesitase saber. Si vas a comprar una lavadora, normalmente es que la necesitas, no tienes que decir que tienes una de la marca que sea y que la heredaste de tu tía abuela que en su lecho de muerte te la asignó en su último aliento. Necesitas la lavadora y ya está, no importa nada mas allá de lo que te vayas a gastar y algún otro detalle de lo que busques, es mas, no creo que esa información adicional vaya a necesitarla nadie.

Si habéis trabajado en comercio seréis testigos de situaciones que carecen de una lógica real y que, a fin de cuentas, utilizará el vendedor para reorientar tus necesidades o crearla. El cliente busca el consejo de su amigo el vendedor, que no es que quiera colarte lo que mas le beneficia (monetariamente o en relación a otras gestiones), sino que estés contento con lo que necesitas.... o igual no, cada uno somos de una forma.

Trabajar en esto da para mucho (incluso para escribir un blog 😉). En esta ocasión quiero recordar un cliente que solía preguntar siempre por películas para adultos. La curiosidad es que, en función de a quién preguntase, lo decía de una forma. A mi me preguntó por películas eróticas, a mi compañero por películas pornográficas y cuando le indicábamos que no teníamos ese tipo de artículos en tienda la respuesta era: -¡Qué pijoteros sois aquí! Ponéis esos videos picantones... y claro...-. 

No culpo a ese señor de su decepción por dos razones principales: la primera es que el comercio en el que me encontraba trabajando en ese momento tenía (y tiene aún) la fama de que puedes encontrar todo en él y si no lo tienen te lo buscan; la segunda razón era que por aquel entonces en la sección de televisiones no había demasiado buena señal de antena y solíamos tener puestos videoclips del momento en todas las pantallas a la vez para que fuera un poco mas llamativo. Por una parte se agradecía porque teníamos música actual sonando en el departamento, por otra parte era una práctica que podría haber costado un disgusto a la empresa por derechos de autor y reproducción sin permisos de copyright y por una última parte la razón por la que el señor estaba "disgustado"... por llamarlo de alguna forma.


Como opinión personal creo que el problema que realmente existe es que se ha malacostumbrado al consumidor, se ha perdido el concepto de lo que es una necesidad y se consideran prioridades lo que son comodidades. ¿Recordáis cuando se compraba más pan porque al día siguiente la panadería no abría?

miércoles, 14 de mayo de 2025

4ndy + Lu'k's = ¿?

Fue hace unos años, en una de esas tardes en las que hace bueno y sales a tomar algo con unos amigos y que parecía que no iba a dar para mucho más de lo que viene siendo un tardeo. 

Nos encontramos, nos saludamos y empezamos a hablar para ponernos al día. Hablas del trabajo, de los planes que tienes para el verano, de en qué estás metido en ese momento (lo normal en estas ocasiones). Se echa en falta a alguien, la pareja de una de las chicas que es batería profesional y se uniría a nosotros mas adelante. Ella misma nos comenta que su chico estaba de ensayos porque en ese momento iba a ser el batería en la gira de "Andy y Lucas", una buena noticia teniendo en cuenta que es una oportunidad de trabajo. En ese momento otra de las personas que nos acompañaba dice: -Yo tengo una teoría sobre "Andy y Lucas"-. Reina el silencio, todos permanecemos expectantes deseando oír esa teoría.

-¿Cuál es tu teoría? ¿no cantan? ¿hacen playback? ¿se intercambian para que no se llegue a saber nunca quién es Andy y quién es Lucas?- preguntamos para intentar saber de qué se trataba y, como respuesta, nos indica que no tiene que ver con eso realmente, sino con el nombre. Nos dice: -Andy y Lucas, ¿a qué os suena el nombre?- respondemos: -¿A Andrés y Lucas?-. Según la teoría, los nombres de Andy y Lucas no estaban colocados así de forma aleatoria, no quería decir que se llamen realmente Oriol y Josep, sino que la colocación estratégica de los nombres en ese orden era por tratarse de un recurso retórico para vincularlo a la palabra "Andalucía". 

Aunque puede llegar a cuadrar, nuestra primera reacción al oírla fue poner cara de "ni de coña", básicamente porque no creíamos que tras la elección del nombre llegara a haber una razón como tal, pero teníamos la opción de preguntar al ausente que estaba con ellos en ese momento sobre dicha teoría y que saliéramos de dudas. 

Eressshhh mi mejol amigo, dame un besico!

La tarde continuó, el que presentó la teoría fue a gestionar unos asuntos pendientes y los que quedamos fuimos en la búsqueda del batería que podía confirmarnos la misma. No es que fuéramos a buscarle para eso precisamente, pero al encontrarnos era inevitable decírselo. Expusimos la teoría y su reacción fue aplaudirnos mientras decía: -Para nada ¿a quién se le ha ocurrido eso?-. Al explicarle de dónde salía la teoría y quién nos la había expuesto originariamente, le planteamos que, cuando se encontrasen, en medio de cualquier conversación relacionada con el grupo, podría soltarle un: -Por cierto, ¿sabes que el nombre está puesto así porque es un anagrama de la palabra "Andalucía"?- para comprobar la reacción. Inicialmente nos dijo que no creía que fuera buena idea, que sería una jugada un poco fea y que prefería no hacerlo, así que dejamos el tema en ese punto. 

Llegó la noche, empezaron a llegar amigos de unos y de otros y finalmente sumamos unas 15 personas, incluyendo a los que estábamos al inicio, los que se fueron y los que volvieron. Estábamos comiendo, con conversaciones cruzadas a lo largo de la mesa, cuando de repente se oyen unos gritos desde un extremo de la mesa: -¡LO SABÍA! ¡SI, JODER, LO SABÍA, OS JODÉIS!- Todo esto acompañado de golpes en la mesa que fueron interrumpidos antes de que alguien empezase a dar volteretas y saltos mortales cuando le dijimos: -No te vengas arriba, que le hemos dicho nosotros que te lo dijera.- 

En un primer momento la cara del afectado fue de "no entiendo nada, ¿he ganado?", después cambió a la de intentar digerir lo que había pasado (momento que temí que desembocara en un enfado) y finalmente terminó con el comentario: -¡Qué broma mas buena!-  momento en el que pude respirar tranquilo. 

Con el paso de los años, a veces comentamos la teoría y el momento de euforia del que pudimos ser testigos. La persona que creó esa teoría sigue defendiéndola y, a veces, hasta pienso en preguntar directamente a "Andy y Lucas" si es cierta... pero también creo que hay cosas que el mundo no está preparado para saberlas aún. 


Lo que si que creo que tenemos es el derecho saber quién es Andy y quién es Lucas, uno de ellos es el que ganó y perdió peso y el otro... también, si... (aunque ahora con lo de la nariz es mas fácil saber cual es cada uno).

sábado, 10 de mayo de 2025

Ingenuo

Hay palabras que suenan de una forma diferente a lo que realmente quieren indicar.

No es un problema de su significado o de el origen de la misma, es mas bien que solemos vincularlas a alguna situación que nos hace darles un uso que no tiene por que ser el adecuado.

También es bastante habitual que escuchemos a alguien usar palabras o expresiones de forma recurrente y cuando las digan otros, aunque sea de forma correcta, no podamos evitar relacionarlo con quien le da un uso incorrecto. Como ejemplo personal, se asocia la palabra "friki" como si eso fuera a ofendernos a los que lo somos, cuando realmente podemos estar incluso orgullosos de serlo (tenemos hasta nuestro propio día internacional, apuntad el 25 de mayo).

Be friki my friend

Recuerdo a alguien que solía utilizar la expresión "pero no te equivoques" y lo que decía a continuación podía ser un pensamiento profundo, la solución al hambre en el mundo, una crítica sobre la situación laboral del país (aunque no había dado un palo al agua en su vida) o una receta de pollo al chilindrón. 

Otra de las situaciones que me llaman la atención es el uso de expresiones que me hacen pensar un "verás la que suelta". Se puede aplicar enfocada a un tema del tipo "yo no soy machista, pero (la burrada machista que quieras)" o se pueden hacer mas genéricas como "En mi humilde opinión (lo mas egocéntrico que se te ocurra)". Los memes se hacen solos. Me hace pensar en lo hipócrita que podemos ser todos, porque todos lo somos, todos tenemos un punto en el que nos encanta fardar de algo que criticamos. Tranquilos, eso no nos hace ni mejores ni peores de lo que somos. 

Siguiendo con las definiciones, tengo un caso particular en el que una persona me describió en dos palabras. La frase literal es: -Eres prudente e ingenuo a partes iguales.-

Lo de "prudente" no suena tan mal, uno intenta hacer las cosas bien (lo intenta, no tiene por que hacerlas bien, no tiene por que hacer lo correcto, seamos realistas) y procura que no se le descontrole demasiado la situación o que todo vaya en el orden que debe (aunque no esté del todo bien y aunque no vayan a ser tan graves las consecuencias). 

Lo de "ingenuo" al principio me sonaba fatal, inevitablemente pensaba que cuando alguien te llamaba ingenuo te estaba llamando tonto (que tampoco es que yo sea muy listo), la típica situación en la que alguien te dice: -Qué ingenuo eres-. En mi cabeza (esa misma que está llena de ideas peleando por salir y que provoca hematomas en mi cerebro si no abro la boca) tenía la sensación de que me habían definido como un pardillo, culpa de querer enfocarlo como tal en ese momento. 

Estuve dándole vueltas a esa palabra, con una peculiaridad, cada vez que intentaba pensar en ella no conseguía recordarla. Por alguna razón pensaba en la palabra "incrédulo", por lo que hace unos días decidí preguntar a la persona por la palabra que no conseguía recordar. Aunque la primera respuesta que me dio fue: -Y pretendes que me acuerde?- a los pocos segundos me la había dicho, no se si debido a que realmente soy un ingenuo o a que le vino a la mente la conversación. 

Ya con esa palabra a buen recaudo (y apuntada para que no se me olvide... quizás debería tatuármela) decidí buscar una definición formal, la RAE: Ingenuo, nua; Adj. Dicho de persona: Que se comporta de manera sincera e inocente y sin pensar mal de los demás. Ejemplos: No seas ingenuo: si te ha ayudado, algo quiere de ti. Te timan porque eres un ingenuo.

Después de leer la definición y comentarlo con otra persona me convencí de que no era un concepto tan malo, simplemente había querido enfocarlo como tal por algún motivo. Y una vez aquí... ¿soy realmente ingenuo? El ejemplo de la definición tiene la respuesta... pero esa es otra historia.